La vida es impredecible y juguetona. Meses después de ir un concierto tras estudiar en la biblioteca, despeinada y desarreglada, te enteras que alguien ha pensado que eras exótica y guapa. Después de ilusionarte con la canción de ese alguien, tienes la certeza de que él a su vez se ilusiona con otra. Puedes descubrir secretos muy bien guardados, resolver el enigma de esa foto que te sonaba tanto o encontrar por arte de magia la letra de esa canción tras años de búsqueda, puedes observar la misma hora capicúa día tras día en el reloj y no volver a verla más hasta el día de tu muerte.
En nueve meses puede que en tu vida no pase absolutamente nada, y un día, de repente, todo cambia.
Así es: caprichosa, enigmática, irónica. Auténtica y salvaje.
No puedes controlarla. La vida te sorprenderá a ti primero. Siempre.